Fotografía y medicina

En el año 1980 hice mi primer reportaje en un manicomio que ya no existe. Mi padre quería que fuera médico, pero lo máximo que conseguí relacionado con esta profesión fue trabajar como administrativo en el Hospital de Sant Pau de Barcelona durante unos varios años.

Esa circunstancia me familiarizó con el ambiente hospitalario y sin apenas darme cuenta me encontré fotografiando un mundo que bullía a mi alrededor. Cuando el hospital abrió un departamento de audiovisuales me propusieron la dirección del mismo y fue así como me inicié en la fotografía médica.

Dado mi cargo y puesto que todo el mundo me conocía, no necesitaba pedir permisos para tomar fotografías en un entorno donde es muy complicado introducir una cámara. Esta familiaridad me permitió realizar un reportaje en el transcurso de un año en el que documenté el cáncer infantil. Un reportaje cuyo catálogo se vendía con fines benéficos y una exposición producida por la Fundació Enriqueta Villavecchia que itineró durante dos décadas por la geografía española.

Este trabajo, que me avalaba, abrió las puertas de diferentes hospitales. De ahí surgió "Latidos en un hospital" y otros temas que he ido elaborando con el tiempo.

Quirófanos, servicios de urgencias, cáncer, problemas nefrológicos, traumatología... a lo largo de cuarenta años he ido ampliando poco a poco una crónica particular sobre la Medicina entre siglos. En 2020, el año de la Covid, apareció el libro CurArte, que muestra una parte sustancial de mi labor, y hoy en día trabajo en la medida que encuentro ayudas económicas documentando la medicina tradicional en el mundo (hasta ahora he encontrado testimonios gráficos en 22 países); y también otros temas que tienen poca visibilidad social, como por ejemplo la parálisis cerebral, un tema que he incluido en el apartado "Fotoperiodismo y ensayo" puesto que en este caso pedí a los niños que colaboraran también con sus propias fotografías.