Extraído del libro «Ayúdame a MIrar». Photoclub Anaya, 2019.
Robert Capa, un fotógrafo que pasó a la historia por su mirada y por su encanto, abordaba sus sujetos con empatía. No en vano, siendo un humilde reportero y sin apenas medios para subsistir, conquistaría años más tarde el corazón de Ingrid Bergman, una de las actrices más admiradas de su tiempo. En una entrevista en la revista US Camera en el año 1943, la protagonista de Casablanca describía la estrategia con la que el fotógrafo se aproximaba a las personas:
Capa hacía amistades, sencillamente, porque mostraba un interés sincero y una sincera cordialidad. […] Hablaba con las personas a las que iba a fotografiar, iba a sus casas, jugaba con los niños y compartía un cigarrillo o una cerveza. Después se ponía a hacer fotos […]. A veces sugería que hicieran algo, pero nunca les pedía que posaran. Al conocer el contexto en el que vivían, podía anticiparse a las acciones y los movimientos necesarios para contar la historia, sin necesidad de provocarlos. Siempre daba el mismo consejo, muy sencillo y muy sensato, a los fotógrafos aficionados: «Disfruta de la gente y haz que la gente sepa que estás disfrutando».
Richard Whelan, el biógrafo oficial de Capa, detalló el primer encuentro entre el reportero y la actriz, una aproximación ingeniosa y cordial. El húngaro cenaba en compañía del dramaturgo Irwin Shaw cerca de la recepción del hotel Ritz cuando apareció Ingrid Bergman. Los dos decidieron enviarle una nota que decía:
Asunto: cena el 6-6-45. París, Francia
Miss Ingrid Bergman
1. Este es un esfuerzo colectivo. El colectivo está formado por Bob Capa e Irwin Shaw.
2. Habíamos pensado enviarle flores con esta nota, invitándola a cenar esta noche, pero, tras las pertinentes consultas, nos hemos dado cuenta de que, o pagábamos las flores, o pagábamos la cena, pero no podíamos pagar las dos cosas. Tras someterlo a votación ha ganado la cena por un estrecho margen.
3. Se ha sugerido que, en caso de que la cena le trajera sin cuidado, podríamos enviarle las flores. Por el momento, no se ha tomado una decisión al respecto.
4. Flores aparte, tenemos un montón de dudosas cualidades.
5. Si seguimos escribiendo, no tendremos nada de qué hablar, ya que nuestra provisión de encanto es limitada.
6. La llamaremos a las seis y cuarto.
7. Nosotros no dormimos.
Firmado:
Expectantes.
Bergman no les conocía, pero aceptó una invitación que fue el principio de un largo romance con Robert Capa. Su relación, además de generar un flujo de fotografías íntimas de los principales actores de Hollywood de la época, dio lugar a un frustrado guion para una película que con el tiempo se convirtió en un delicioso libro que documenta las vivencias del reportero durante la Segunda Guerra Mundial. Novelado para los fines que fue concebido y por esa razón, Ligeramente desenfocado, como lo tituló.
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