El día que perdimos a Paco yo andaba viajando por la India con Fernando Arroyo de Austral Photo. Hacía pocas horas que habíamos departido sobre la ilusión que le hacía el taller de fotografía que impartiría en el Ulster, un país que había retratado con talento en una época en la que pocos reporteros españoles se aventuraban a trabajar más allá de los Pirineos.
Ahora, y en parte gracias al ejemplo de Paco, estamos recogiendo una cosecha impensable por aquel entonces. En un corto período de tiempo, aparte del World Press Photo del año de Samuel Aranda y del Pulitzer de Manu Bravo, tres españoles han sido finalistas del prestigioso Premio Leica Oskar Barnack, David Airob ganó un Sony, Fernando Moleres obtuvo la beca Tim Hetherington, Cristina García Rodero alcanzó el limbo de Magnum y no es raro encontrar en los premios internacionales de prestigio nombres y apellidos españoles.
La ausencia de Paco ha sido difícil de digerir para los que le conocíamos. En mi caso particular fui incapaz de continuar con mi blog desde la última entrada, algo lejana para el estándar de las redes, que escribí en el tren que me conducía a Varanasi, la ciudad de los muertos y de la espiritualidad, dedicada a Paco Elvira. No he podido reanudarlo hasta ahora. Perdí la inspiración y las ganas, quizás porque mi maestro y amigo ya no podría leerlo, quizás porque la certeza de su infinita ausencia me impedía continuar o quizás porque quedé seco como un manantial que ha perdido sus fuentes después de una avalancha.
En memoria de Paco decidí refugiar mis penas en el libro “Los enamoramientos” del escritor Javier Marías, una novela que habla de la muerte y de nuestra relación con las personas que desaparecen inesperadamente; una lectura que recomiendo encarecidamente a cualquiera que desee reflexionar sobre estas circunstancias, ilustrada con una de las más bellas fotografías de Elliot Erwitt.
Pero Paco había amagado un as en la manga. Estaba editando el libro “Barcelona vista pels grans fotògrafs” (Lunwerg), una recopilación que no llegó a ver publicada, en la que incluyó un par de imágenes mías, al lado de obras maestras de Alex Webb, de Cartier Bresson, de José Manuel Navia o Joan Colom, en una relación bien ponderada de colegas ilustres, tanto españoles como extranjeros.
Fue una sorpresa para mí figurar en ella. Paco, en su proverbial discreción, jamás me llamó para informarme que había escogido mis fotos. De hecho las obtuvo a través de una agencia y, entre las dos publicadas, se decantó por una imagen que ni siquiera tengo expuesta en mi propia web. Realizó su trabajo a fondo, buscando más allá de lo superficial para sorprender a los lectores con fotografías inéditas de la ciudad que tanto amaba.
Paco nunca buscó elogios o agradecimientos. Hacía lo que creía que era justo. Era una persona al que nunca le oí hablar mal de ningún colega, a la que jamás le oí un reproche, una palabra altisonante y que muy raras veces solía comentar asuntos propios. De ahí que, en lugar de darse importancia por haberme incluido entre los elegidos, hizo su labor con profesionalidad, en silencio, deparándome una última gran sorpresa después de su muerte. Así era Paco y así conservaremos su recuerdo para siempre en nuestros corazones. Esta entrada, por descontado, no va del mérito de mi trabajo para figurar en ese libro, si no de la manera de actuar de su editor gráfico.
El libro de Javier Marías concluye que hay que venerar a los muertos, pero también dejarlos en paz. Por eso creo que, como pasó con Xavier Miserachs, es importante algún tipo de memorial, fundación o certamen, para que no se pierda su recuerdo. El día 8 de julio se le rindió un homenaje en la sala de exposiciones Valid Foto de Barcelona. Para los que no pudimos asistir, el visionado del vídeo “La Ventana Discreta” puede ser otro primer paso para recordar a un gran fotógrafo, a una persona que ha sido fuente de inspiración para varias generaciones.
hugo solo says
Casi me haces llorar he llegado a pensar si no fue el descubridor de la fotografia al menos en catalunya una cosa es la amistad la profesionalidad y otra cosa elevarlo a la categoria de mito y leyenda sencillamente porque la red lo permite y la amistad el cariño no se intentar con algun fabricante de camaras que saque una con su nombre grabado para coleccionistas no entrare en polemica sobre sus fotos era un reportero que cumplia con su trabajo alla en mongolia en el ulster o con la colza como cientos de fotografos mas pero su etapa en internet se sustentaba solo por el apoyo de sus incondicionales y una ferrea censura su mas conocida pagina diario de un profesional era una muestra de fotografias sin interes y detalles tecnicos sin importancia algo apurado .
Masnovita says
Me preguntaba que sería de ti Hugo, que dedicabas tanto tiempo y empeño a intentar dinamitar continuamente el Blog de Paco y veo que sigues r que r con los comentarios de siempre, lo tuyo es una fijación enfermiza tío y para mi eres cansino siempre con la misma milonga. Pero todo esto es mi opinión personal después de leerte tantas veces y la mayoría impertinencias.
Saludos!
hugo solo says
No se ahí con esa especie de burka uno nunca sabe quien esta detrás y que puede contestar nada.
Peter says
Gràcies Tino per la teva entrada, plena d’agraiment i sensibilitat. Fidel reflexe de la humanitat i inteligència decano Elvira.
Peter says
Gràcies Tino per la teva entrada, plena d’agraiment i sensibilitat. Fidel reflexe de la humanitat i inteligència de Paco Elvira.
Nati Martínez says
Hugo, cuanto tiempo! Un homenaje a Paco sin tu nota discordante no sería lo mismo.
Gracias Tino por tus palabras, la historia la escriben los que se levantan cada día para dar un paso más, esos son los verdaderos heroes. Abrazos
hugo solo says
Si Nati cuanto tiempo uno tienen su peculiar manera de homenajear.
Martin Gallego says
Yo también pensaba: «Tino no actualiza su blog, qué lástima!» y me he encontrado este homenaje a Paco. Me uno a la frase de que hay que venerar a los muertos pero también dejarlos en paz. Por eso pienso que a Paco hay que llevarlo en el corazón y a la vez seguir haciendo fotografía, quien sabe si allá donde esté sigue editando nuestras fotos con ojo crítico. A mi me gusta pensar que sí lo hace.
Un abrazo sincero.
hugo solo says
Todo sera organizar un viaje masivo con taller y todo alli donde este le dareis una inmensa alegria esto es el mundo de los blogs a veces convertir la muerte en algo un tanto ridiculo desde la muerte de paco la fotografia ya no es lo mismo al menos en el barrio el liston de paco era tan alto que la mayoria terminaran por dedicarse a otras actividades vengo de visitar la pagina de su compañera eva huarte y algun follon se ha montado con una asociacion amigos de paco los blogs pueden convertir las cosas en asuntos ridiculos quizas lo mejor es una novela amor celos personajes conocidos fotografos y muerte.
hugo solo says
Queria aclarar acerca de lo que escribi que los blogs pueden convertir los asuntos ridiculos que no me refiero al blog de eva huarte que aporta la parte humana y literaria me refiero a que los sentimientos expresados en los blogs se peca de inflacion de afectacion y es bueno saber que al parecer fernando peracho de valid le dijo a paco que sus fotos no iban en la linea de la galeria cuando este le pidio para hacerle una exposicion y me aclara lo de su pagina apurada en lo que respecta a la fotografia y es que el paco andaba con ciertos apuros economicos.
Francisco Po Egea says
Como no vivo en Brna. No participo en los homenajes a Paco, pero lo recuerdo y añoro su blog. Era mi primera tarea todas las mañanas. Todo un hombre.
balter g says
No conozco a este Hugo Solo ni tampoco conocí a Paco Elvira, pero me parece que Hugo realmente está solo y por lo que dice no me estraña. En cuanto a Paco Elvira lo he conocido ahora a traves de una expo en la biblioteca Jaume Fuster en donde hay pocas fotos pero si la información de toda una vida dedicada al fotoperiodismo, todo mi respeto y también a Tino Soriano por expresar sus sentimientos.