Los que me conocéis sabéis que mi vocación proviene, en parte, de las aventuras de Tintín. Hace algunas décadas, cuando los españolitos viajábamos exclusivamente para emigrar, como lo están haciendo 750.000 jóvenes ahora, la única manera de imaginar cómo era el mundo, más allá de los Pirineos o de los Océanos, era a través de las prodigiosas viñetas dibujadas por Hergé. Faltó un “Tintín da la Vuelta al Mundo” en la colección, pero el reportero belga lo rodeó varias veces si sumamos la totalidad de sus álbumes. Por mi parte con el tiempo he conseguido circundar el planeta por encargo en dos ocasiones.
La primera fue con motivo del 20 aniversario de la revista VIAJAR. En aquella ocasión junto con Mariano López, su director, decidimos recorrer el globo “En unas vacaciones”. En un principio quisimos hacer toda la ruta en tren, pero luego optamos por cruzar los Estados Unidos en un vehículo alquilado para detenernos en algunos lugares legendarios.
Años más tarde, con la ayuda de Air New Zealand y una actitud más acorde a la crisis que se avecinaba, propuse “La Vuelta al mundo más barata del mundo”, que luego publicaría VIAJAR en dos sendos números especiales y también El País Semanal. Posiblemente fue el reportaje que más imágenes ha utilizado este dominical. Nunca las he contado pero tanto la portada como la puesta en página fue un puzle que define muy bien mi fotografía cuando viajo: la cámara como un cuaderno de notas que refleje experiencias. Si no hay nada que contar, no vale la pena apretar el disparador.
La vida da sus propias vueltas y más por convicción que por otra cosa hace unos tres años que trabajo con cámaras Olympus. Mi filosofía de discreción y poco peso para viajar “con las manos en los bolsillos” coincide al ciento por ciento con las características del equipo, del que además valoro su increíble sistema de estabilización que me permite tomar a pulso fotografías a 1 segundo, la calidad de sus ópticas, un sensor a prueba de polvo y ahora, con el último modelo de la marca, la OM-D EM-1 Mark II, dispongo de la misma velocidad de enfoque y de disparo que con cualquier otra cámara de formato mayor, más voluminosa y más pesada.
Propuse a Olympus efectuar una prueba de campo con la nueva OM-D EM-1 Mark II en diferentes escenarios y la posibilidad de una tercera vuelta al mundo brotó durante la conversación. Si no hay novedad volaré desde Barcelona a Sicilia, Roma, Doha, Cape Town, Bangkok, Chiang Mai, Tokio, Hong Kong, Sídney, Santiago de Chile, Rio de Janeiro, Miami, Nueva York, Madrid y Barcelona.
Serán casi dos meses de trabajo febril y repleto de vivencias que compartiré con vosotros a través de las redes sociales. Buscaré nuevas historias todos los días y pondré a prueba la OM-D Mark II, porque lo apasionante de la Vuelta al Mundo es el trayecto, no el destino final.
Me encantaría, desde hoy, aprovechar vuestras propuestas para obtener el máximo partido de este viaje maravilloso. Si tenéis ideas o conocéis temas, gente o experiencias que merecen una visita durante el trayecto que os he indicado, hacérmelo saber en este blog o en mi correo electrónico mail@tinosoriano.com
La aventura empieza al término de la Semana Santa. Contaré una historia todos los días desde un punto de vista fotográfico. Será otra manera de hacer docencia que confío que os guste.
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