Las alianzas aéreas ofertan alternativas interesantes para rodear el planeta. Se paga en función de las paradas y de las millas recorridas. Me planteé dar una Vuelta al Mundo sencilla, al alcance del precio al que asciende un viaje de gama media.
La baza fundamental era el transporte y un control férreo de los gastos. Gracias a ello por cuatro mil quinientos euros viví esa apasionante experiencia. Cien euros al día de gastos, más mil doscientos cincuenta del billete de avión.
Otro considerando para disfrutar (y no padecer) este viaje es mantener la buena costumbre de comer todos los días. Entre un bocadillo y un restaurante de lujo existen infinidad de matices; aunque al final lo solventé con una media de seis euros por comida.
Decidí destinar cuatro semanas, el periodo de vacaciones que tienen muchas personas en los países industrializados. Nueva Zelanda requirió un tiempo extra y por eso viajé por las dos islas en diez días. El resto lo repartí entre Londres, Hong Kong, Rarotonga (Islas Hook) y Los Angeles en USA. Más o menos cinco días por parada, incluyendo el desplazamiento entre escalas.
En aquella época Air New Zealand tenía los precios más competitivos. Gracias a estos planteamientos pude dar "La Vuelta al Mundo más barata del Mundo". Un reportaje que, entre otras, lo publicó la revista VIAJAR y El PAIS SEMANAL, que le dedicó una portada espectacular.
Nacido en Barcelona y premiado con numerosos galardones nacionales e internacionales como el Humanity Photo Award de la Unesco en tres ocasiones y el Premio Canon-Europa de la OMS. Posee cinco distinciones Fotopres...
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